El Teide es el pico más alto de España (con 3.718 metros sobre el nivel del mar) que se erige imponente y visible desde toda la isla. Vale la pena subir andando hasta el mismo cráter (para eso hay que pedir un permiso en Santa Cruz), pasar la noche en el refugio y ver amanecer desde la cima. Si el día está claro se ven sin problemas todas las islas occidentales además de Gran Canaria. Si andar no es lo tuyo, la carretera que va desde La Laguna por la Esperanza hasta el Parque Nacional es la más espectacular. Para en todos los miradores, especialmente en el de Ortuño donde podrás contemplar la riqueza forestal de la isla (foto 1) y, si el día te lo permite, en la cara norte, el mar de nubes. Al ver las nubes desde arriba éstas se transforman en una especie de océano blanco en calma.
Teno y la zona de los barrancos
La punta de Teno es el pico más occidental de la Isla (el culo del pato). Se llega a través de una carretera peligrosa en la que suele haber desprendimientos por el fuerte viento que durante todo el año azota esta zona. Las vistas desde Teno son majestuosas con los acantilados de Los Gigantes (el nombre es bastante apropiado) dominando el panorama como inmensas paredes verticales que salen del mar. Desde Teno podemos coger dirección sur para atravesar la zona de Masca y los barrancos. Aunque el listón está muy alto, yo me atrevería a decir que estamos hablando de la parte más espectacular de todo Tenerife (foto 2). Aquí también existen rutas a pie que bajan el barranco hasta la playa, donde un barco va a recogernos y nos deja en Los Gigantes. No es apta para quienes sufren de vértigo, pues aunque no es peligrosa, esta ruta pasa muy cerca de los impresionantes riscos que se conservan verdes durante todo el año.
Turismo urbano
En el norte de Tenerife se encuentran también los pueblos más bonitos. Empezando por La Laguna, sede de la universidad y ciudad de estudiantes por excelencia. El centro urbano es Patrimonio de la Humanidad y sus casas señoriales del siglo XVI son el típico ejemplo de la arquitectura colonial española que después se llevaría a América (foto 3). La Laguna tiene la vida nocturna más rica de todo el norte de Tenerife.
En pleno Valle de la Orotava encontramos en municipio que le da nombre al valle. La Villa de la Orotava es una ciudad señorial donde habitaba la nobleza local. Sus grandes casas y palacetes y sus calles empedradas la convierten en la ciudad con más encanto de toda la Isla. Al lado de esta villa y con una arquitectura muy parecida está Icod de los Vinos, famosa por su Drago milenario, vigilado desde arriba por la cara norte del Teide.
Siguiendo la costa norte, aunque más cerca de Teno nos encontramos con el pueblecito de Garachico. Esta antigua ciudad pescadora conserva su encanto aunque ha vendido parte de su alma al turismo.
Playas
Aunque siempre se habla de las playas del sur de Tenerife como las únicas para visitar en toda la isla, las más espectaculares están en el norte. Son todas de arena negra y la mayoría de difícil acceso. A la playa de Los Patos en el Puerto de la Cruz sólo se puede llegar andando después de bajar durante unos 15 minutos por un camino abierto en el acantilado. El mar suele ser bravo en esta zona; por eso es un paraíso para los surfistas que vienen durante todo el año. Eso sí, el tiempo de playa suele acompañar más en el sur.
No hay comentarios:
Publicar un comentario